El objetivo primordial resulta ser el cuidado del ambiente en todos sus aspectos, disminuyendo los impactos ambientales a través de herramientas que reducen la emisión de GEI (Gases de Efecto Invernadero). Estos mecanismos ayudan a personas físicas, jurídicas y empresas de cualquier rubro que voluntariamente se adhieran a reducir su emanación de GEI producto de su actividad industrial y comercial.
Por otro lado, la HC (huella de carbono) representa la cantidad de emisiones de GEI que se emitieron a la atmósfera por medio de alguna actividad humana, que puede ser un producto o un servicio, o por la acción diaria de un habitante.
Existen diversas metodologías disponibles en materia de cálculo de HC, las cuales sirven para implementar una solución viable para quienes poseen un pasivo ambiental; por lo cual hay algunas que generan una menor HC o tienen una HC que se compensa, por ejemplo, a través de una reforestación o plantación de árboles que capture los gases emitidos por medio de la fotosíntesis.
Uno de los problemas actuales sin dudas es el tratamiento de los RSU (residuos sólidos urbanos), y su disposición final, que día a día se disponen en rellenos sanitarios, basurales a cielo abierto y vertederos no controlados.
Dicha situación nos obliga a un replanteo o cambio en nuestras actividades. En definitiva, nos suma otro tema en la ecuación de nuestras vidas. A este respecto ALAR Argentina S.A. puso énfasis en este tema como prioridad y de allí surgieron nuevas herramientas para la Gestión Integral de los Residuos (asimilables a Domiciliarios, Industriales no Especiales y Residuos Valorizables) en sus modalidades Solidos o Líquidos.
Pensamos seguidamente en un plan que nos permita gestionar un ciclo continuo de instalaciones tecnológicas para el tratamiento de los residuos en sus distintas modalidades, de manera que podamos apreciar cambios importantes. Mejorar la calidad de vida de las personas, mejorar la calidad de nuestra atmosfera y mejorar la calidad de nuestro hábitat.
Este paso concluyó en la disponibilidad de mecanismos tecnológicos, operados y verificados por nuestros técnicos, en materia de tratamiento de residuos urbanos. Se trata de un desarrollo totalmente nacional, diversificado en cuatro productos que actúan de manera tanto independiente como complementaria.
Se trata de una unidad que clasifica inicialmente todo producto reciclable y luego trabaja con el rechazo general, en una máquina capaz de procesar 100 ton. de residuos sólidos diarios, generando 35 ton. de argamasa al 60% orgánica de usos múltiples, incluida la fertilización de suelos.
Unas 100 ton. de residuos urbanos equivalen a 276 ton. de CO2 a la atmosfera, sin tratamiento. Si procesamos los residuos con nuestra tecnología los reducimos el 65% del volumen generando una argamasa estable al 60% orgánica y reducimos la emisión un 65%, lo que equivale a 97 ton. de CO2 a la atmosfera. Una solución viable y aplicable como ya lo está siendo en algunas comunidades.
Tiene como función primaria la recuperación de lípidos de trampas de grasa, cámaras receptoras de grasas, borras de tanques de acopio de aceite, ácidos grasos y otros; a través de separación de fases por calentamiento en un digestor continuo.
La recuperación de los efluentes grasos actualmente se desarrolla en la localidad de Tafí Viejo – Tucumán , en donde la unidad de negocio es la comercialización de una materia prima para la elaboración de biocombustible.
En la localidad de Tafí Viejo los RSU son utilizados como combustible alternativo de vehículos municipales y ECOBUS, transporte de pasajeros municipal que funciona con un combustible amigable al ambiente.
Recupera los residuos secos (cartón, plástico, papel y otros) de los grandes generadores, caso Cencosud, Maxiconsumo, Hospital Italiano y Maxi Carrefour entre otros.
Estas tecnologías ya se están aplicando hoy en día de manera exitosa, aquí les dejamos un link con video de referencia a una de ellas.
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